(las fotos nos la ha facilitado su hijo y también compañero Emilio Sánchez Barberán)
De Don Virginio Sánchez Navarro (así, con tratamiento y todo) se puede decir que murió con la toga puesta; incansable trabajador, amante de su profesión y padre de juristas. La Abogacía en Almansa no se puede concebir sin su nombre.
Persona correcta, educada, amable
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